En el otoño del pasado año, miembros de la comisión organizadora de las Jornadas Mundiales de la Juventud de Madrid 2011, se pusieron en contacto con Jesús María Cosano, orfebre de Puente Genil (Córdoba), para solicitar unos bocetos de custodias, cuyo modelo sirviera para la realización de cuarenta piezas destinadas a la adoración del Santísimo Sacramento. Estas se repartirían en los diferentes puntos de oración, donde se reunirían los jóvenes de todo el mundo.
Jesús María, realizó dos bocetos, de los cuales fue seleccionado uno de ellos, que presenta como originalidad en cuanto a la ráfaga o resplandor, la cruz inserta entre el haz de rayos que nacen del viril, aunando de esta forma el diseño tradicional de las custodias llamadas de “sol” y la cruz, en cuyo centro se aloja la Hostia Consagrada. Esta cruz contiene en el centro de cada brazo, elementos en el diseño que simulan las formas de conchas, que desde los orígenes del cristianismo simbolizan la Vida Nueva que surge del Bautismo, y también símbolo de la Resurrección.
La ráfaga principal, está unida a la base, mediante un conjunto de sencillos nudos que se prolongan hasta el pie circular, en el que se encuentran dos cartelas, una con el escudo de su Santidad Benedicto XVI en la parte anterior y otra con el logotipo de la Jornada Mundial de la Juventud en la parte posterior. Circundando la base, y con caracteres perfectamente legibles, se encuentra cincelado en el metal el lema de estas jornadas: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”.
Estas custodias se han realizado en metal repujado y cincelado artesanalmente, aplicándoles posteriormente un baño en plata de ley. El viril que sostiene la Sagrada Forma está bañado en oro. Cada ostensorio posee su propia teca, también bañada en oro, para reservar la Sagrada Hostia en el Sagrario después de la adoración eucarística, siendo ésta de forma circular, teniendo grabado el anagrama del encuentro en su tapa.
Asimismo, y una vez finalizadas las Jornadas Mundiales de la Juventud, las 40 custodias se entregarán como presente al Santo Padre, quien oportunamente las distribuirá en países de misión. Este gesto recordará estos hermosos días, en los que su Santidad Benedicto XVI, se reunió en Madrid con jóvenes de los cinco continentes, por lo que de este modo, cada una de estas piezas elaboradas con cariño y dedicación de forma artesanal, quedará para siempre como recuerdo en alguna comunidad de cristianos que se unirán para adorar a Jesús, presente en la Sagrada Eucaristía.
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